El costo de ser un adicto, la historia del Pandi
“ Es que yo no
puedo vivir sin mi droga, me muero", dijo Luis
Alberto GarcÃa conocido como El Pandi.
Santo Domingo.- Vive en la desgracia,
la suciedad, entré las moscas, y sumergido en el mundo de las drogas.
Come, duerme y haces
sus necesidades fisiológicas en el mismo lugar, en ocasiones cocina con carbón
en una lata de aceite, mezcla la comida con un palo de escoba, el cual limpia
con el agua sucia que pasa por el contén. Duerme en sacos de arroz, o cartones
y cuando están muy sucios duerme en el suelo. Su casa es debajo del puente de
la Avenida Paseo Reyes Católico frente al Zoológico Nacional.
“Cuando mi mujer
se murió yo me querÃa morir, me lleve del coro, primero fume yerba después eso
no me hacia na’ y probé el
perico que me ponÃa loquÃsimo y me daba pa’ matar gente cambie pa la piedra, cuando no
tengo pa cómprala me huelo mi cemento",
dijo Luis Alberto.
Luis Alberto GarcÃa
conocido como el Pandi, es un señor de 66 años, pesa 472 libras y 176 cm de
estatura lleva 6 años viviendo en las calles y no puede moverse debido a su peso y el problema de
circulación, condición evidente en su pierna derecha en la cual tiene un
agujero donde viven las moscas y mimen.
“Tuve al Pandi
hay tirado pero el ante tenÃa dinero, era profesor de matemática en el Benito
eso fue la droga que lo volvió una lacra", dijo
el Señor Rubén que dice conocer al Pandi hace mas de 20 años y que trabaja en la ruta Cristo rey, Arroyo
Hondo, Puya.
En ocasiones cuando
duerme los transeúntes que pasan le tiran botella de alcohol, le tiran potes
abiertos con orina. Algunos de los que viven en los alrededores lo pintan con
pintura, le echan aceite de vehÃculo.
Asegura que tiene dos hijos uno
vive en Miami, y la mayor en Santiago a los cuales tiene años que no lo ve.
El Pandi sobrevive con
el dinero que le dan algunas gentes que lo conocen y otros que se conduelen de
su situación. Aunque hay personas que prefieren no darle nada porque saben que
es para drogas que lo va a usar.
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